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Informe Cualitativo OVS 2022

El 2022

La salud en el 2022

El año 2022, finaliza con un dilema que existe desde hace algunos meses: ¿Venezuela se arregló? En algunos espacios de las ciudades grandes de Venezuela, en particular de Caracas, su capital, puede percibirse un ambiente distinto. Mantener la esperanza por un futuro mejor es una cosa y la evidencia es otra. Por más que se pueda observar una mejoría económica en ciertos sectores, estas mejoras no alcanzan a la mayoría y ni siquiera a aquellos que han sido beneficiados por esa burbuja económica.

Al no ser sostenibles en el tiempo y no contar con un sólido asidero en términos de seguridad social, los salarios “mejorados” solo se convierten en un espejismo de la verdadera realidad. Personas enfermas, que acuden a hospitales sin insumos, dietas de pobre calidad y poco variadas, deserción escolar, son algunos aspectos que continúan marcando las precarias condiciones de vida de la mayoría. Por estas razones, el Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) realizó entrevistas en profundidad con expertos de diferentes áreas, para caracterizar el contexto del fin de año.

¿VENEZUELA SE ARREGLO?

Cierre 2022

Proyecciones 2023

Al cierre de 2022, tras una serie de entrevistas con personas vinculadas a la rama de la medicina oncológica, nutrición, alimentación, sector sanitario y las organizaciones no gubernamentales (ONG), el Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) determinó que la alimentación y las deficiencias en el sistema sanitario nacional, siguen siendo las principales preocupaciones de los venezolanos, esto vinculado al alto costo de la vida; además, de la falta de políticas públicas desde el Estado.

No obstante, con proyecciones al venidero 2023, la mayoría de los consultados aspiran a que el nuevo año sea influenciado en buena lid por los avances políticos, a través de acuerdos de cooperación internacional y las negociaciones del diálogo en México, para que se invierta en nuevas políticas públicas que redunden en la inversión para el mejoramiento del sistema sanitario y la producción agroalimentaria.

Así como, el mejoramiento en la prestación de servicios públicos, la distribución y acceso a los medicamentos de alto costo. Un mejor salario que permita al venezolano aspirar a una calidad de vida, que le permita mantener una alimentación balanceada y oportunidades de progreso.

A continuación, se desglosa, brevemente, lo que resaltaron los entrevistados como las grandes calamidades que aquejan al venezolano en cuanto a su situación socio-económica, de cara a la llegada del año 2023.

El rompecabezas de la producción de alimentos en Venezuela

Rodrigo Agudo, director de la Red Agroalimentaria de Venezuela (RAV), dijo que la canasta familiar puede llegar a costar entre 17 y 20 salarios mínimos para un venezolano, para las poblaciones rurales, las ayudas alimentarias que ofrece el Estado “con un promedio de entrega cada 30 días, son de 33 bolívares que representa 30% de un salario mínimo”.

Agudo, aseveró durante el año 2022 se observó: “una pequeña mejoría en el consumo de proteína animal, donde la primera prioridad de la demanda es la carne de res, seguido de la carne de pollo, los huevos y el queso semiduro”.

En cuanto a la producción de alimentos, el principal obstáculo “es la falta de financiamiento para la compra de insumos y, en segundo lugar, la limitada y/o regulada oferta de gasolina y/o gasoil para movilizar la maquinaria. Lo que también afecta a la cadena de distribución de alimentos, que tiene como principal problema la limitada oferta de gasolina para movilizar la flota de trasporte. En segundo lugar, el excesivo intervencionismo oficial, con la proliferación de alcabalas y puestos de control, que termina siendo una carga tributaria oculta, a la movilización de alimentos”.

Otros aspectos que determinan el poder adquisitivo del venezolano, que puntualizó Agudo, fueron:

  • El empleo formal ha disminuido en 50% de la población consultada, en favor del empleo informal, con presencia significativa de actividades delictivas.
  • Las principales preocupaciones son: las condiciones salariales y la deficiente prestación de los servici os públicos y asistenciales de salud, así como los servicios de telefonía celular e internet.
  • En los últimos tres meses, no ha cambiado el nivel de delincuencia y problemas de seguridad personal.
  • En el consumo de frutas , las dos que más se demanda son el plátano y el cambur; en tercer lugar, se encuentra compitiendo la naranja, el aguacate y la lechosa.
  • En lo que a hortalizas se refiere, la más demandada es el tomate, en segundo lugar, la cebolla y, en tercer lugar, compiten la zanahoria, el pimentón y la lechuga.
  • Se destaca, que la compra de alimentos más frecuente, es la diaria, con baja frecuencia, la compra dos veces a la semana y mucho menos, la semanal.

Desnutrición, una mirada desde varios ángulos

Mariela Montilva de Mendoza, médico nutrióloga, docente titular jubilada en el decanato de Ciencias de la Salud de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (UCLA), explicó que la “Encuesta de Condiciones de Vida de 2022, refirió que 76% de la población venezolana no llega a cubrir las necesidades de la canasta alimentaria y 94% se encuentra en pobreza porque ni siquiera cubre las dos canastas básicas; entonces, tenemos que solo un 5% de la población tiene un ingreso superior al costo de la canasta alimentaria”.

Lo que, a juicio de la especialista, significa que: “la población no puede adquirir los alimentos necesarios para una nutrición balanceada, lo cual va a significar déficit en su estado nutricional o situaciones de riesgo nutricional, además de todas las carencias que se presentan en esta población vulnerable, en educación, vivienda, entre otros”.

Dicha encuesta también refleja que “casi 80% – de la población – se encuentra en inseguridad alimentaria”. Por su parte, “Causa Humanitaria Venezuela, reporta que 12.3 millones de personas en Venezuela se encuentran en inseguridad alimentaria y, de estos, 2.1 millones se encuentran en inseguridad alimentaria severa, no pueden cubrir sus necesidades alimentarias diariamente”.

Montilva dijo que la población venezolana ha basado su alimentación en: “arroz, harina, azúcar, pasta; sin embargo, en la ENCOVI de 2022, también aparecen el aceite y el pollo, entre los alimentos más consumidos. HumVenezuela, reporta que el consumo de proteínas por día es de 17.9 gramos, lo cual, es sumamente bajito para toda la población”.

Insistió en que: “El venezolano ante la insuficiencia de recursos para la compra de alimentos, escoge aquellos alimentos más económicos y con mayor saciedad, que son básicamente harinas, carbohidratos y cereales, en detrimento de los alimentos ricos en proteínas como: las carnes, frutas y vegetales, que los ha dejado de consumir un porcentaje importante de la población”.

La especialista detalló que el menor consumo de proteínas, así como, el de micro nutrientes presentes en frutas y vegetales, tiene consecuencias importantes en la salud del venezolano, sobre todo en niños y mujeres embarazadas: “En los niños, se observa desnutrición en las primeras etapas de su vida, con sus efectos a corto, mediano y largo plazo, como son: el desarrollo cognitivo y psicomotriz, mayor número de infecciones y mayor riesgo de muerte, sobre todo, en los niños con desnutrición severa o con desnutrición y complicaciones. Todo esto lleva a menor rendimiento escolar, retardo o deserción escolar”.

Por su parte en las mujeres embarazadas, “la desnutrición va a afectar el curso del
embarazo, mayor riesgo de muerte por complicaciones, como: hemorragias, anemias,
preclamsia y mayor riesgo de muerte en el recién nacido, por prematuros, infecciones,
entre otros. Esta situación afecta de manera muy importante la salud, bienestar y calidad
de vida de las futuras generaciones y, por ende, de nuestr o país.

Enfermedades transmisibles y crónicas, sin medicamentos y altos costos

Natasha Saturno, abogada y coordinadora de exigibilidad de derechos humanos de Acción Solidaria, destacó que “desde mediados de 2016, el Estado venezolano suspendió la compra de medicamentos de alto costo para condiciones de salud como el VIH, la hemofilia, el cáncer, deficiencia renal y eso dejó sin tratamiento a muchísimas personas en todo el país”.

Sobre las enfermedades crónicas, dijo: “Si hablamos de la condición de salud de base como
la hipertensión o la diabetes, el mayor problema que se presenta es de asequibili dad, los
costos para los tratamientos de condiciones crónica de salud en las farmacias privadas
exceden considerablemente la capacidad adquisitiva de la mayoría de los venezolanos”.

Sobre la distribución de medicamentos destacó que, Caracas sigue siendo de las ciudades más privilegiadas. Además, que muchos de los medicamentos que se están haciendo llegar a las comunidades más vulneradas se obtienen a través de la cooperación internacional y del trabajo de las ONG.

No obstante, Saturno resaltó que: “los acuerdos de cooperación internacional y ayudas humanitarias se enfocan en atender las necesidades primarias o urgentes, su norte es el de salvar vidas. Atienden condiciones de salud transmisibles como la malaria, las epidemias, el dengue. Nosotros hemos hecho incidencia, para que en el plan de respuesta humanitario se incluyan las condiciones crónicas no transmisibles – cáncer e insuficiencia renal, por ejemplo -, como parte de la atención”.

Entre los otros problemas que rondan la situación sanitaria en esta rama, es el éxodo de médicos y profesionales especializados en estas enfermedades. Así como, la suspensión del sistema de procura de órganos y tejidos, el cual fue reactivado recientemente a principios de diciembre, pero estuvo suspendido desde 2017. También, las fallas en los servicios público, como agua y luz, afectan gravemente la condición de estas personas con necesidades sanitarias especiales.

“Cada hora mueren tres pacientes por cáncer en Venezuela”

Juan Saavedra, gerente General de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), reseñó que: “la situación del paciente oncológico en Venezuela, a pesar de que ha habido una discreta mejoría en los recursos con relación a los años 2020-2021 de pandemia, aún sigue siendo muy compleja”.

La mortalidad por cáncer sigue en ascenso: “Según los últimos estudios de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, en conjunto con el Centro de Estadísticas y Matemáticas Aplicadas de la Universidad Simón Bolívar, en Venezuela mueren 30.100 pacientes por cáncer al año. Eso quiere decir que, cada día están muriendo 82 pacientes, es decir, cada hora mueren tres pacientes por cáncer”.

Los principales tipos de cáncer que se presentan en el país son: “En las mujeres: cáncer de mamas, útero, pulmón y vías digestivas: colón, recto, entre otros; y en los hombres: próstata, pulmón y vías digestivas”. Resaltó que en su mayoría son prevenibles con el diagnóstico temprano, además de la vacuna como es el caso del cáncer de cuello uterino, producido por el Virus del Papiloma Humano (VPH).

Saavedra, aseveró que los principales problemas a resolver son: “el acceso, tanto al diagnóstico, al tratamiento, a los recursos y a los diagnósticos por imágenes, entre otros. El paciente con cáncer se trata con quimioterapia, radioterapia y cirugía, en los tres elementos hay déficit en estos momentos”.
Ante la inaccesibilidad de los venezolanos a un sistema sanitario que les brinde la atención requerida para tratar y curar su patología oncológica, la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), ha dispuesto su ayuda aunque se hace insuficiente a la demanda: “La clínica de prevención del cáncer y las clínicas móviles, además del programa de ayuda integral al paciente oncológico, conjuntamente con el programa de formación oncológica que tiene la Sociedad Anticancerosa, está aportando valor social a las necesidades sentidas de la población”, dijo Saavedra.

Añadió: “Tenemos un programa que se llama Ayuda Integral al Paciente Oncológico (AIPO), que se inició en noviembre de 2018 y hasta noviembre de este año, llevamos 299 pacientes operadas con cáncer de mamas. La mayoría de ellas están vivas y reintegradas a sus actividades sociales”; para culminar, señaló: “Si no hay cambios importantes el cáncer seguirá aumentando. Si no se corrigen los problemas, las cifras podrían aumentar alrededor de 5% la mortalidad por cáncer”.

Deterioro institucional y caos en la atención en salud

Pablo Zambrano, secretario Ejecutivo de la Federación Nacional de la Salud (Fetrasalud) y miembro de la red sindical de Venezuela, aseveró que durante el año 2022 la red hospitalaria de Venezuela presentó “grandes dificultades”. “El deterioro – de los centros sanitarios – ha venido siendo sistemático”. “Hay una política completamente bestial contra los trabajadores. El instructivo ONAPRE, las escalas de sueldos y salarios. Todas estas regulaciones han atentado y pulverizado el salario de los trabajadores”.

Sobre la alimentación que reciben los pacientes en los hospitales públicos del país, Zambrano dijo: “En los centros de salud generalmente basan la alimentación de los pacientes en lo que reciben a través de las bolsas de comida del Estado, no son dietas adecuadas para su patología (…) a veces puro arroz, otras veces arroz con plátano”.

Entre los problemas más resaltantes de la red hospitalaria venezolana, Zambrano mencionó:

  • Escasez de insumos médicos y medicamentos.
  • Los laboratorios tienen una crisis de 90%. La mayoría solo hacen exámenes de heces y orina.
  • En Caracas está funcionando un solo tomóg rafo, en el Universitario y es solo para los pacientes de ese centro.
  • Resonador magnético, no hay en ningún centro de salud y así fallan todos estos equipos que tienen que ver con imágenes, igualmente, pasa con los rayos X.
  • Un director y administrador de un centro de salud no manejan recursos, se manejan de forma centralizada.
  • Hay una gran falta de inversión en nuestros centros.
  • Los trabajadores de la salud no tienen ni para pagar el pasaje.
  • Fallas en los servicios públicos.

Para concluir, Zambrano dijo que la llegada de la pandemia de la COVID-19 a Venezuela, lejos de mejorar la situación de la red hospitalaria nacional, no resolvió los graves problemas que enfrenta. “No podemos hablar de una recuperación de los centros, ni siquiera en infraestructura. Vemos que esas áreas que fueron adaptadas, han mejorado, pero las demás áreas del hospital están destruidas”.

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